Dr. Iván Gatón |
Las relaciones internacionales, tienen su hito fundamental en La Paz de Westfalia de 1648, donde nace el concepto de derecho internacional en su forma moderna, se establecieron las reglas de la diplomacia, la negociación, el principio de soberanía y se definieron los procedimientos de resolución de conflictos. A partir de la segunda guerra mundial, y luego de la caída del muro de Berlin, en 1989, esta ha experimentado una profunda evolución y la complejidad de la era post guerra fría, ha mostrado la fragilidad y vulnerabilidad del concepto de soberanía de los Estados, y la evidente hegemonía de las principales potencias que conforman el mundo multipolar, y que imponen sus intereses geopolíticos.
El sacrosanto concepto de soberanía, que garantizaba igualdad jurídica frente a las instancias internacionales, la no injerencia en asuntos internos, ha sido carcomido por la globalización neoliberal, con la intervención masiva de agentes económicos y organizaciones no gubernamentales en el sistema internacional e igual forma han ido privando al Estado del monopolio en la adopción de sus normas y leyes.
Es un error seguir evaluando las relaciones internacionales de la era actual, con los parámetros de la época de la “guerra fría”, la era del “multilateralismo de las relaciones internacionales”, evidencia que los intereses y los avances tecnológicos han transformado las relaciones de poder del planeta de forma tan compleja y veloz que padecemos de una metamorfosis que implica experiencias y desafíos nunca antes vistos en el paso de la especie humana por el planeta tierra.
Luego de la violación de la carta de Naciones Unidas por los Estados Unidos de America, con la ilegal invasión a Irak, durante la administración Bush , el orden que existía en el caos de los intereses de los principales actores de las relaciones internacionales, se hizo añicos, y ha dado un nuevo espacio en el que no existe una autoridad capaz de arbitrar entre las luchas por el poder y los recursos del planeta.
La geopolítica, cuyos inicios en el siglo XIX; sirvió para justificar el colonialismo europeo por todo el planeta, y el japonés en el Asia, ha vuelto a renacer y a imponerse, con otros elementos que la distinguen de manera ostentosa en un mundo en el que existe el “ derecho de la guerra” y que se aplica con la ley del más fuerte.
La geopolítica ,como la definen en la actualidad los estudiosos franceses Pascal Gauchon y Jean Marc Huissoud, tiene un perfil renovado que le permite abordar el terrorismo, los problemas medio ambientales, los conflictos locales y los enfrentamientos planetarios, las deslocalizaciones y las pandemias, pero, sin lugar a dudas se mantienen las esencias de sus antiguas teorías justificativas de espacio vital (Lebensraun), región cardial(heartland), choque de civilizaciones, y las consabidas teorías de sus más grandes exponentes como : Friedrich Ratzel, Rudolf Kjellen, Halford Mckinder, Alfred Mahan, Karl Hasuhofer, SCarl Ritter, Jean Gottman, Peter Taylor, Short Ernest, Samuel Huntington, Nicholas, Inmanuel Waleersterin, Spykman, Jacques Ancel, André Cheradame, Paul Vidal de la Blache e Yves Lacoste
El Progreso técnico, que ha sido fruto de los descubrimientos científicos, nos ha llevado a un espacio virtual cuyo control ofrece ventajas a quienes lo dominen, como es el ciberespacio de la World Wide Web (WWW, 1990), que tuvo su auge a partir del lanzamiento de los primeros portales de navegación (Netscape).
El desarrollo de las técnicas de información, permite la observación satelital ;y que por vía de las redes, sensores inteligentes, y simuladores de gran capacidad nos encontremos en los que se denomina la Revolución en Asuntos Militares (RMA), que viene a ocupar la “quinta dimensión” de la guerra, las anteriores dimensiones son las siguientes:
1-Terrestre, 2-Naval, 3-Aerea, 4-Espacial
El gran desafío para la humanidad, radica en que la visión geopolítica actual, que ha desplazado a un orden internacional basado en el derecho y la búsqueda de un orden internacional más justo, equitativo, ha sido desviado al egoísmo y la codicia sin límites que conduce a enfrentamientos, esto se hace más patente al contemplar la importancia que en el sistema económico y financiero, y por ende el político, que tienen los grandes grupos del crimen organizado del planeta.
Es la pre aludida cosmovisión la que permite sumergir al planeta en el actual caos político, económico, y social, que lo vemos desgraciadamante representado en el complejo fenómeno del terrorismo yihaidista, que como lacra , no solamente lo padece Africa y Asia en sus mas altos niveles, sino también América del Norte y Europa, y por vía de consecuencias lo padecerá toda la familia humana.
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