![]() |
Franklin Díaz |
Los optimistas inteligentes ven la realidad tal cual es, con la plena confianza en que puede mejorar, al tiemplo de que se abre, crea las condiciones y realiza los cambios necesarios para generar nuevas y mejores oportunidades.
Martin Seligman sugiere, que se puede nacer con optimismo, pero que también podemos desarrollar y potenciar las habilidades necesarias para serlo y poder dotarnos de capacidades para afrontar momentos difíciles.
Para ser optimista, se sugiere, en primer lugar, reforzar la autoestima, ya que sin esta valoración, nuestros temores suelen encerrarse en la zona de confort, por lo que se nos hace muy difícil esforzarnos por aquellas cosas que querremos. De ahí que, es aconsejable identificar donde se origina la baja autoestima y a partir de ahí, actuar para mejorar tu confianza en ti mismo. Asimismo, identifica tus valores y guíate por ellos, porque son los que mejor te definen y los que te hacen sentir orgulloso de ti mismo.
En segundo lugar, cultivar el pensamiento positivo, lo cual se traduce en lenguaje positivo, y este tiene el poder de comunicar nuestras emociones. Si vivimos un momento de crisis, debemos saber que tendremos trastornos en nuestra rutina diaria. Probablemente tendremos que hacer largas filas para la obtención de productos y servicios, y en esas situaciones tendemos a alterarnos y por vías de consecuencias, el lenguaje también se altera. De modo que, como pensemos la realidad, determinará como nos sintamos y como reaccionemos en cada situación.
En tercer lugar, apelar al éxito que se ha obtenido en otros momentos críticos. Recordar cómo actuamos, los movimientos que tuvimos que hacer para salir de esa crisis, además de ayudar a pensar en posibles soluciones, también facilitará tener a disposición una técnica más para evocar el pensamiento positivo, puesto que, pensar en lo que se hizo bien, genera emociones de bienestar.
En cuarto lugar, se requiere desarrollar el sentido del humor, ya que da mucho más ánimo para enfrentarnos a situaciones complejas. Seligman, sugiere que el sentido del humor “es la capacidad para experimentar y/o estimular la risa, la cual es el reflejo inequívoco de una emoción positiva. El sentido del humor es un estímulo para la mente, relaja nuestros músculos, nos alivia el estrés y la ansiedad.
Finalmente, para propiciar el optimismo inteligente, sé agradecido. Agradece a Dios por todo lo que eres y lo que posees, agradece por tu familia, los amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Agradece incluso, por aquellas cosas etiquetadas como negativas, puesto que cuando lo haces, todo el universo trabaja al unísono para que los vientos soplen a tu favor.
1 comentario:
Excelente Mi Hermanno
Publicar un comentario