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En una relación de pareja se revela un juego de emociones, mismas que se originan en el sistema límbico, que son unas estructuras del cerebro donde se ubican además, los instintos sexuales, la memoria involuntaria, la atención, el hambre, la conducta y la personalidad.
Desde el primer momento en que se crea la empatía entre dos personas, comienzan a fluir experiencias que se traducen en informaciones que el cerebro procesa, provocando determinados efectos neuroquímicos, que poco a poco van definiendo un sentimiento llamado Amor, el cual, contrario a lo que piensa la mayoría de la gente, dura no más de cuatro años.
Sin embargo, a partir de ese tiempo, pueden aparecer otros mecanismos fisiológicos, donde una sustancia que produce el cerebro llamada endorfina juega un papel preponderante, ya que, actuando como un analgésico, estimula los centros de placer, proporcionando sensaciones placenteras que asociamos al estar con la pareja, y de esta manera, mediante una complejísima actividad neuronal, las vinculaciones afectivas pueden proyectarse por mucho tiempo, pero, esa primera etapa (de los 4 años) es irrepetible.
El amor es un sentimiento complejo y abstracto, que según la Doctora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse en Nueva York, involucra unas 12 áreas cerebrales con el objeto de liberar sustancias químicas como la dopamina, oxitocina y adrenalina. Pero además, la Doctora Ortigue sugiere que, enamorarse puede provocar respuestas eufóricas similares a las que provocan las drogas ilícitas en el cerebro. Según la investigadora, “la respuesta es compleja porque el concepto del amor involucra procesos que van desde el cerebro hasta el corazón (como los latidos más rápidos que a veces relacionamos como síntoma del amor) y viceversa”.
Numerosos estudios científicos han puesto de manifiesto, que las relaciones de amor intenso, provocan una especie de “raíces o “anclas”, que mantiene activo los recuerdos de manera recurrente, puesto que existe un circuito neurológico, donde los recuerdos y vivencias con una alta carga emocional, esos que se escribieron con la tinta indeleble del amor intenso, son extremadamente difícil de olvidar.
Mucha gente vive situaciones difíciles por la imposibilidad de olvidar un amor, pero la buena noticia es que existen métodos y técnicas, que de cierto modo pueden provocar nuevas conexiones neuronales, de modo que esos recuerdos no nos afecten tanto y podamos vivir sin la pesada carga de un frustrado amor.
*Franklin Díaz es coach y conferencista motivacional dominicano.
En una relación de pareja se revela un juego de emociones, mismas que se originan en el sistema límbico, que son unas estructuras del cerebro donde se ubican además, los instintos sexuales, la memoria involuntaria, la atención, el hambre, la conducta y la personalidad.
Desde el primer momento en que se crea la empatía entre dos personas, comienzan a fluir experiencias que se traducen en informaciones que el cerebro procesa, provocando determinados efectos neuroquímicos, que poco a poco van definiendo un sentimiento llamado Amor, el cual, contrario a lo que piensa la mayoría de la gente, dura no más de cuatro años.
Sin embargo, a partir de ese tiempo, pueden aparecer otros mecanismos fisiológicos, donde una sustancia que produce el cerebro llamada endorfina juega un papel preponderante, ya que, actuando como un analgésico, estimula los centros de placer, proporcionando sensaciones placenteras que asociamos al estar con la pareja, y de esta manera, mediante una complejísima actividad neuronal, las vinculaciones afectivas pueden proyectarse por mucho tiempo, pero, esa primera etapa (de los 4 años) es irrepetible.
El amor es un sentimiento complejo y abstracto, que según la Doctora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse en Nueva York, involucra unas 12 áreas cerebrales con el objeto de liberar sustancias químicas como la dopamina, oxitocina y adrenalina. Pero además, la Doctora Ortigue sugiere que, enamorarse puede provocar respuestas eufóricas similares a las que provocan las drogas ilícitas en el cerebro. Según la investigadora, “la respuesta es compleja porque el concepto del amor involucra procesos que van desde el cerebro hasta el corazón (como los latidos más rápidos que a veces relacionamos como síntoma del amor) y viceversa”.
Numerosos estudios científicos han puesto de manifiesto, que las relaciones de amor intenso, provocan una especie de “raíces o “anclas”, que mantiene activo los recuerdos de manera recurrente, puesto que existe un circuito neurológico, donde los recuerdos y vivencias con una alta carga emocional, esos que se escribieron con la tinta indeleble del amor intenso, son extremadamente difícil de olvidar.
Mucha gente vive situaciones difíciles por la imposibilidad de olvidar un amor, pero la buena noticia es que existen métodos y técnicas, que de cierto modo pueden provocar nuevas conexiones neuronales, de modo que esos recuerdos no nos afecten tanto y podamos vivir sin la pesada carga de un frustrado amor.
*Franklin Díaz es coach y conferencista motivacional dominicano.
2 comentarios:
tremendo articulo mi hermanocomo siempre dando en el clavo. Esos tigueres que se vuelven loco, hay que darles una terapia para que no usen la violenia en contra de ese tan maravilloso llamado Mujer. en conclusion: el amor crea ataduras sentimementales y emosionales que si pueden durar por toda una eternidad.
ese humilde comentario lo hizo tu hermano carlos Mendoza
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