Miguelina Ovalle junta a dos médicos del Hackensack Hospital, NJ. |
El impacto causado por la aparición de la pandemia del coronavirus ha sido de incalculables consecuencias en todo el mundo.
A un año de la presencia de la enfermedad aún continúan falleciendo millares de personas, además de los miles que se contagian a diario.
A pesar de la existencia de varias vacunas el contagio de la enfermedad continua ganando espacio entre las diversas poblaciones.
Lo sobresaliente en las vacunas, es que de acuerdo a los expertos, son efectivas en impedir una infección crónica en las personas que puedan infectarse nuevamente con la enfermedad.
Sin embargo, la infección por el coronavirus es inquietante entre las personas que padecen otras enfermedades como asma, diabetes, presión arterial, deficiencias del corazón y el cáncer en sus diversas modalidades e incluso de tiroides.
Las tiroides son unas pequeñas glándulas con forma de mariposa que se localizan en parte delantera del cuello, es decir detrás de la traquea o el llamado Bocado de Adam. Se encuentran reguladas por la hormona tiroxina y pueden ser afectadas por los procesos de hipertiroidismo e hipotiroidismo.
El hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) se produce cuando la glándula tiroides secreta demasiada hormona tiroxina y puede acelerar el metabolismo del cuerpo, causando una pérdida de peso involuntaria, latidos rápidos o irregulares del corazón, taquicardia, insomnio, calor en el periodo menstruar que no debe ser confundido con la menopausia y cambios del humor.
Las personas que padecen de hipertiroidismo deben comer una dieta a base de repollo, coliflor, brócoli, rábano, coliflor, carnes de ternera, pavo, pollo y pescado como el salmón, huevo y frutas frescas como ciruela, melón, limón y naranjas, según la publicación digital thyroidnosurgery.com.
Mientras que el hipotiroidismo -explica- es otro trastorno de las tiroides que se caracteriza por la aumento de peso (obesidad) al tornar más lento el metabolismo y de no ser tratado a tiempo puede causar diversos problemas de salud como dolor en las articulaciones, infertilidad o enfermedad cardíaca.
Además, de cansancio, intolerancia al frío, apatía, indiferencia, depresión, disminución de la memoria, capacidad de concentración mental, piel seca, cabello seco y quebradizo, fragilidad de uñas, palidez de piel, aumento de peso, estreñimiento y somnolencia excesiva.
Entre los alimentos perjudiciales para los que padecen de las toroides se encuentran los productos derivados de la soya como la leche, el queso y los aceites vegetales. Los productos azucarados como frutas, jugos, embutidos y carnes procesadas.
Aunque para combatir con eficiencia ambos trastornos de las tiroides (hipertiroidismo e hipotiroidismo), las personas que los padecen deben llevar una alimentación adecuada que incluya la ingestión de suficiente agua.
Es saludable en ambos casos ingerir aceite de oliva y comer legumbres al vapor para mantener los nutrientes como el brócoli, coliflor y el rábano.
Así como mariscos, pollo, cordero, sardinas, queso palmesano, queso rallado, carne roja de vaca, huevos, atún, champillones, mejillones, salmón, lentejas y frutos secos. Se deben evitar los alimentos fritos porque contienen grasas en exceso, establece la publicación.
El hipertiroidismo e hipotiroidismo como problemas de salud que afectan a un gran número de personas pueden ser regularizados y controlados bajo tratamiento médico y más en este tiempo ante la presencia del coronavirus que ha demostrado ser más complicada si existen otros problemas de salud en las personas afectadas.
“No hay mejor forma para controlar los problemas de la tiroides que mantenerse saludable a base de una dieta balanceada y con la visita regular al médico”, afirma la asistente y estudiante de radiología de origen dominicano, Miguelina Ovalle.
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