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Agustín Laje, escritor, periodista y politólogo argentino, con una clara, decidida y bien fundamentada oposición a las tres (3) causales (1. Producto de una violación o incesto, 2. Cuando el embarazo pone en peligro la vida o la salud de la madre y 3. Por malformación incompatible con la vida), que son los fundamentos básicos en los que se sustenta el proyecto de ley sobre el aborto en la República Dominicana; recientemente estuvo de visita en el país, y como siempre, cual polemista de primera, desata los demonios. Aunque como siempre, tuvo una agenda muy apretada, en esta ocasión quiero referirme a su participación en el programa radial El Recetario, del Dr. Héctor Guerrero Heredia, uno de los psiquiatras más prestigiosos de la República Dominicana, quien, a decir de algunos, sus honorarios por consultas están por encima de cualquier otro profesional médico del país.
Cada uno en su área, expertos de primera. Laje, un joven de 32 años, cuya preparación política y sociológica no tiene desperdicios, mientras que el Dr. Heredia, a parte de su indiscutida profesionalidad psiquiátrica, posee una cultura general brillante, sobre todo en lo científico y filosófico. Todo indicaba que era el escenario ideal para que se produjera un debate memorable, lo cual, a mi juicio, jamás ocurrió.
El extraño desarrollo de la discusión se originó a partir de una petición que le hiciera Laje a retractarse, porque según él, el doctor había mentido a sus radioyentes, al afirmar que él le había negado una entrevista, invitación que según Agustín, nunca se produjo. Las discusiones fueron amplias y muchas veces salidas de tono, donde incluso, Laje le llama mentiroso, antiético y perverso.
El Dr. Heredia, por lo visto preparó el terreno para atacar por el lado religioso, cosa que Laje pudo identificar de inmediato, lo que le llevó a decir que nunca había leído la Biblia, una manera de desarmar las pretensiones del psiquiatra, de ahí que lo tilda de farsante, en el entendido de que había sido invitado por religiosos, pero que ni siquiera había leído la biblia y que era evolucionista.
Asumo que a partir de la afirmación de Laje de no haber leído la Biblia, el Doctor se percata de que estaba desarmado en cuanto a los temas que tenía en agenda, por eso comienza a tener una actitud más reacia hacia el politólogo. Cumplidos 38 minutos y 44 segundos, concluye la discusión y el anfitrión comete un error, que a mi juicio, un profesional de su talla no podía cometer: se va a otro programa radial y allí, con un evidente descontrol emocional, llama a Laje: “histérica”, pendejo, enano, narcisista y acondroplácico”.
Todos los seres humanos estamos expuestos a cometer errores, pero hay determinados errores que ciertas personas no pueden darse el lujo de cometer, y precisamente, desde mi óptica, esto fue lo que ocurrió con el Dr. Héctor Guerrero Heredia, que sin darse cuenta arriesgó su prestigio profesional, el cual se fundamenta en la salud mental y el manejo de las emociones.
Considero que será muy difícil que éste se pueda reponer de esa severa caída, donde su reputación se ve severamente afectada y por vías de consecuencias, en términos económicos, sus pérdidas pudieran ser incuantificables, porque a decir verdad, alguien con dos dedos de frente, pensaría dos veces, antes de poner a un pariente suyo en las manos de un psiquiatra que no puede controlar sus emociones.
*Franklin Díaz es coach y conferencista motivacional dominicano.
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