Los dominicanos necesitamos políticos con una nueva visión

Por Franklin Díaz
cpuederd@gmail.com
Recién cumplimos 177 años de vida republicana y durante todo ese trayecto hemos sido testigos de los más variados movimientos políticos, económicos y sociales, que han sido los que han moldeado la sociedad que hoy tenemos los dominicanos.

Inmersos en el segundo decenio del siglo XXI, en pleno desarrollo de la tecnología, misma que ha proporcionado una multiplicidad de herramientas para el rediseño de las estructuras del Estado, haciéndolo más eficiente y con mayor vocación para dar respuestas a las demandas colectivas y apuntar hacia un horizonte menos traumático en términos de desarrollo.

Sin embargo, en el quehacer político dominicano se advierte una renuencia enferma a asumir los dictámenes de una gestión administrativa digital cada vez más exigente, pero esa renuencia no es casual, más bien se trata de correrle a las reglas que supone una supervisión efectiva de los quehaceres de la administración del Estado.

En la República Dominicana aún persisten los enganchados a políticos, los que, con historiales turbios pretenden limpiar sus nombres o hacer negocios en desmedro del patrimonio público.

Esa decidida oposición es una carrera contra la transparencia, es una competencia feroz en pos de continuar sirviéndose en modo análogo, pero gracias a Dios, poco a poco iremos sustituyendo a los bellacos de la política, que pululan por todos los partidos. Por eso apostamos a la tecnología, pieza de enorme importancia para que formemos políticos con una nueva visión, cuyos soportes se cimienten en el trabajo tesonero, responsable y ético.

*Franklin Díaz es coach y conferencista motivacional dominicano.