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El amor es una de las palabras más comunes en todos los idiomas y a pesar de que hay miles de definiciones con las que se trata de designar este sentimiento, se puede decir que resulta bastante complejo llegar a conclusiones específicas, puesto que son cuantiosas las aristas que se expresan en cada uno de las expresiones amorosas. Sin embargo, en este artículo hemos querido referirnos al amor romántico y pasional, pero a la inversa, es decir, nos proponemos representar algunas ideas que considero absurdas, con las que algunos pretenden enrostrar su significado práctico del amor.
Hay quienes piensan que amor es sinónimo de esclavitud, el cual se expresa en un deseo enfermizo por controlar la vida de la otra persona. Consideran que amar es intervenir la vida del otro, estableciendo relaciones comunes, es decir, los amigos tuyos deben ser mis amigos y viceversa, lo cual, no necesariamente debe ser así. Si las circunstancias determinan que haya vinculaciones compartidas, por supuesto que es válido, pero pretender poner camisas de fuerza para que haya un círculo afectivo alrededor de la pareja, considero que son percepciones herradas que a la corta o a la larga, pueden generar dificultades.
Algunos ilusos entienden que cuando se ama, es necesario crear un circuito cerrado para el monitoreo constante de la “persona amada”, esto es, pretender tener control absoluto de cada moda y movimiento del otro, asumiendo que el amor le genera derechos para saber con quién habla, con quien anda y el porqué de cada situación que ocurre en la vida del otro, de ahí que, invade la privacidad de la otra persona, a tal suerte, que hasta la respiración pretende controlar. Aquí se presenta un manifiesto chantaje emocional, donde las vías de comunicación son distorsionadas para generar sentimientos de culpa, malestar y ejecutar sus niveles de control sobre el otro, y con esto se generan obligaciones y miedos.
Quienes hacen suya aquella frase absurda: “El que cela es porque quiere”, pretenden escudarse detrás de esa ridiculez para montarle un cerco a la otra persona, donde a toda costa se le pretende coartar de sus derechos elementales, por eso siempre andan buscando motivos, muchas veces inciertos para desatar su ira y hacerle la vida imposible, y todo, en nombre de un supuesto “amor verdadero” que no existe, puesto que el amor es o no es, por lo que no hay punto bajo, ni medio, ni alto, sólo existe amor y nada más, y cuando este sentimiento se apodera de un ser humano, no hay espacio para nimiedades. El amor no es ridículo, ni irrespetuoso, no es torpe, ni genera violencia, tampoco mata.
Si crees amar a alguien, no pretendas darle libertad, porque al hacerlo estás considerando que el otro es un esclavo, porque solo se libera lo que está sometido a detención o prisión.
La mejor manera de describir el amor es amando y esto por si solo generará sentimientos de bondad, alegría, bienestar, respeto y esperanza; que son símbolos por excelencia de la felicidad.
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