Por Franklin Diaz
cpuederd@gmail.com>
Hace algunos días iba de salida con un ser querido y cuando ya nos disponíamos a abordar el vehículo, advertimos un cielo parcialmente nublado, por lo que le sugerí devolverse a cerrar una ventana que habíamos dejado abierta. En efecto, sin mayor contratiempo, retornó a interior de la casa, pero unos cinco minutos después, al observar que se tardaba más de lo debido, insistí en que se diera prisa porque se nos hacía tarde. Al no obtener respuesta, opté por salir a ver lo que ocurría y pude percatarme de que había roto un objeto decorativo. Aquella persona, visiblemente incómoda, se limitó a decirme: -Por tu culpa, si no me mandas a cerrar la ventana, esto no se rompe.
Todos de alguna manera hemos estado vinculados con personas que suelen echarle la culpa a los demás de todo cuanto ocurre y esto puede deberse a una imposición mental que nos hace creer que cometer un error y admitirlo, es mostrarnos como personas débiles ante los demás, de modo que esa carga mental nos evita entender que reconocer un error nos facilita enfrentarlo y posteriormente superarlo, pero además nos evitaría entrar en conflictos con los demás.
Enfrentar los resultados no deseados cuando llevamos a cabo una determinada acción, resulta mucho más provechoso mirar hacia nuestro interior en vez de buscar otros culpables, ya que aprendemos de nuestros fallos y tendemos a crecer como seres humanos.
Quienes experimentan este tipo de comportamientos lo hacen en medio de una lógica que debe ser entendida, aunque no justificada, y que como plantea el psicólogo Miguel Ángel Cueto, experto en terapia de conducta. "El problema es que uno no se puede llevar mal consigo mismo, y por eso tendemos a echar la culpa a los demás". Llevarse mal con uno mismo implica sentirnos culpables y frágiles ante los demás y frente a nosotros mismos, de modo que, frente a cualquier eventualidad que nos pudiera generar un conflicto, se asume, de manera errática, que echándole la culpa al primero que nos llegue a la mente, es una manera de liberarnos emocionalmente, cuando en realidad es todo lo contrario.
Es evidente que cuando desarrollamos la mala costumbre de echarle la culpa a los demás, estamos frente a una clara expresión de inmadurez emocional, misma que puede ser causada por sentimientos de tristeza, ira y de miedo.
Es muy conveniente entender que los errores son propios de los seres humanos, que jamás seremos perfectos, por eso es necesario asumir con humildad cuando hayamos errado y si fruto de esto viene una corrección por parte de otra persona, dejemos escapar ese orgullo y en vez de ver nuestras fallas como monstruos que tratamos de disipar con dardos de culpas ajenas, veámosla como lecciones aprendidas y así impondremos una conducta de madurez que nos permitirá tener mayor control de nuestras vidas.
Cuando cometemos un error y no tenemos la suficiente madurez para asumirlo y admitirlo frente a nosotros mismos y frente a los demás, probablemente creamos que estamos haciendo un ejercicio simple, sin mayores implicaciones, sin embargo, duele cuando sabes que te señalan por un error que no has cometido, pero además, duele cuando ves a alguien que sabe que ha cometido una falta, que intenta sacarle el cuerpo para cederle el paso a su culpable favorito, lo cual constituye una afrenta para su desarrollo como ser humano.
domingo, 6 de febrero de 2022
New
ERRAR ES DE HUMANOS

About Julián Quezada
Templatesyard is a blogger resources site is a provider of high quality blogger template with premium looking layout and robust design. The main mission of templatesyard is to provide the best quality blogger templates.
No hay comentarios:
Publicar un comentario