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martes, 19 de julio de 2022

Por qué me quiere tanto mi médico?

Por Ana Pereyra
comentarios35@hotmail.com
Si usted piensa que ir la gasolinera a llenar el tanque de su carro le puede provocar terror, es posible que esté equivocado, sólo tiene que acudir a un ‘mata sano’ o médico y se dará cuenta de su error.

Y es que, yo pienso que algunos médicos violan el juramento de Hipócrates, y lo que es peor, imitan las maniobras de algunos abogados que tienen licencia para robar, algunos médicos las tienen para matar.

No debe extrañarnos que, al visitar algunas clínicas por un dolor de cabeza, podemos salir sin un pie o un seno... porque he leído de casos en pacientes que le han ‘sacado’ un órgano, porque se equivocaron de paciente o quizás de la parte del cuerpo que debían extraer.

Concluyo en esa apreciación, porque a veces algunos médicos me han recetado medicamentos que son peores que la enfermedad, no sé si es complicidad con las farmacéuticas, por defraudar al seguro o por algún error.

¡Cuántas pruebas de laboratorio innecesarias me han hecho, solo porque el seguro es quien la paga!

Recuerdo que, en plena pandemia, donde no salía ni al patio de la casa, me llegó un recibo de pago de unas pruebas que me habían “practicado”. Hasta me atreví a pensar si sería online que mi ginecólogo me “chequeo”, porque ni a la ventana me asomaba cuando el Covid. Pero como estamos en la era cibernética, quién sabe qué más me vio ese médico, ¡aunque sería una ventaja también!

Pero no, no fue online, ni tampoco estuve en el laboratorio, y me imagino que el seguro lo pagó, porque no volví a recibir el judío cobro ese.

Ahhhhhh, y otra cosa. A la clínica que visito, esas personas me quieren tanto, que desde que termino la consulta la secretaria me tiene liasta la tarjetita con la siguiente cita, y frecuentemente me envían un mensaje de texto o me llaman para recordármela. Creo que ese médico me adora; o porque tengo mi seguro, a lo mejor me ve como su tacita de oro.

Pero eso no es todo, todavía no he llegado a mi casa y ya de la farmacia me están llamando para que pase a recoger unos medicamentos que tengo allá, pero yo no lo sabia. También creo que es parte del botín económico que represento para ellos.

Pero ahora que Google “lo sabe todo”, cada vez que me recetan algún medicamento lo googleo, y entre mi doctor y yo se arma un reperpero de discusión, que hasta se incomoda conmigo de forma bestial. A veces pienso que hasta me quiere sacar del consultorio por las greñas, porque no dejo que me recete cuentas pendejadas se le ocurre, y tampoco acepto que me mande hacer estudios sin necesitarlos.

Dice que esos estudios son necesarios disque por mi edad. Lo que me gustaría saber es, si ya él se hizo esos mismos estudios, porque se ve más viejo que yo. Por eso, cada vez que voy, llevo mis guantes de boxeo puestos, porque con mi salud no se va hacer más rico. La última vez se atrevió a decirme “...y que te estas creyendo, ¿quién es el médico, tú o yo?”.

Sin titubeo le contesté: Usted es el médico, pero soy dueña de mi cuerpo y aquí no mete más usted su dedo…

Se puso tan pálido, que leí en su rostro sus intenciones, tanto así, que me fui del consultorio sin terminar, y solo escuché llamar a la enfermera y pedirle un vaso de agua…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajja esa estuvo buenisima

Anónimo dijo...

Tenia que hablar conmigo para contarte mi historia .

Anónimo dijo...

Para la segunda parte del articulo te contare mis historia .y le pido a alguien que tenga una queja se comuniquen contigo para parar a esto mata sano que juegan con la salud de su paiente.

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