Mi respeto y admiración a los padres de hijos con autismo

Mi Reflexión

El autismo, expresado en términos palpables se manifiesta cuando el menor muestra falta de contacto visual, desconexión de su entorno, poco o ningún afecto hacia los demás, su aprendizaje y comunicación verbal se retrasa, entre otros, dicen los profesionales de la salud.

Interesantemente, el trastorno es despiadado porque trasciende a quien sufre la condición, afectando emocional y físicamente a los padres, y empoderando a ignorantes que recurren a burlas por desconocimiento.

Debo aclarar, que no soy médico y que estoy hablando como padre que ha vivido esta situación.

Lo primero: La pareja celebra el nacimiento de la criatura. Según va creciendo, también la ilusión de los padres, hasta que la madre sabiamente observa algún comportamiento extraño y determina que algo anda mal.

Afligida por su sospecha, le comparte al esposo lo que viene observando en su hijo al paso del tiempo, a lo que el padre entiende se irá corrigiendo con el crecimiento. Pero pasan los años y el menor no se comunica; cuando le llaman por su nombre no corresponde y eso aumenta la preocupación de ambos, que ven ansiosos desvanecer la esperanza del producto de su amor.

Por Ramón Pagán

En muchos casos, la situación favorece a que la familia se mantenga más unida y se fortalezca en torno al menor, aunque las expresiones afectivas de éste disminuyen. Parece como si el mundo se les viniera encima.

Hay casos en países latinoamericanos, que muchas veces los padres se consuelan comentando tímidamente con algún familiar cercano o amigo de la familia sobre la situación, antes de acudir a un profesional que los oriente, quizás por no escuchar un diagnóstico indeseado. Pero de ellos solo reciben palabras dulces y amargas atadas a toneladas de supersticiones, que pueden llevar a dilatar el comienzo de buenos tratamientos para el autismo.
Diagnóstico: “Su hijo tiene autismo”, dice el médico.
Un silencio sepulcral se apodera de los padres ante la noticia para luego confundirse en un abrazo consolador. “Doctor, puede haber un error, repita la prueba por”, dice el papá con lágrimas en los ojos.

Manifestación del trastorno: Los profesionales de la salud que diagnostican el autismo pueden ser psiquiatra infantil, psicólogo infantil, neuro pediatra, pero su médico primario debe ser el primero que atienda a su hijo.

Como medida de prevención, recuerdo que mi médico me dijo que el niño con autismo empieza a auto agredirse: muerde y lacera sus deditos, golpea su cabecita contra la pared; contra el cristal de la ventanilla del vehículo; sostiene conversaciones consigo mismo sin cesar; cuando alguien interrumpe su rutina emana frustración despiadada; la expresión de gestos de amor hacia él luciría impenetrables; etc.

Ahora que ya tengo tu atención y que nos aproximamos al Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo (2 de abril), quiero enaltecer con júbilo la gran labor que desarrollan los padres con hijos que tienen esa situación. Aquellos que abandonan su propia rutina diaria para dedicarse en cuerpo y alma a su atención, porque la vida le cambia luego de ese diagnóstico, y hasta los otros hijos descuidan para entregarse por entero al que tiene la necesidad.
Padres de hijos con autismo, merecen todo mi respeto y admiración.