Nosotros los racistas

                     Mi Reflexión.

En Latino-américa, el racismo, importado desde Europa por la clase dominante desde la colonización y fundación de nuestras naciones, usó la Biblia y la ciencia como instrumentos de justificación para concebir su ideología excluyente. Una idea que está presente en la cultura misma y en el acontecer histórico. Esa clase poderosa formalizó (legitimó) un mito (el racismo), una idea insensata, sin fundamentos que muchos la adoptan con el simple fin de justificar y promover sutilmente la superioridad de unos y la inferioridad de otros.

Con el fin de crear prejuicios y discriminación racial entre los pueblos latinos que garantice al grupo “superior” la retención del poder político, económico y social. ¡Porque el principal propósito es mantener el poder! ¡Aquí estamos!
Según los relatos históricos, nuestros pueblos fueron primero colonizados y luego fundados sobre principios cristianos. El Cristianismo promueve el amor, la paz y la igualdad entre las personas. Aunque los propulsores de la ideología racista interpretaron versículos de Génesis 9:20-27, que relata la maldición de Noe sobre uno de sus hijos, Cam (que según la interpretación era negro) por haberse burlado de él. De aquí surge la racionalización del mito que los indígenas, mestizos, negros y mulatos son malditos por mandato divino.

Al pasar el tiempo algunos cristianos aprendimos que esa interpretación bíblica es incorrecta, otros prefieren pensar que es cierta, y otros viven la experiencia incrustados en la doble moral.

Por Ramón Pagán

En el Siglo XIX, Francia, cuna de la democracia moderna, comienza a usar la ciencia (biología) como guía para caracterizar los grupos sociales entre superior e inferior. Para lograr ese fin tomaban como referencia las características físicas de las personas y la región a la que pertenecían: altos y rubios (Norte) serán líderes; los morenos de media estatura (Sudeste) serán campesinos al igual que los negros de baja estatura (Sudoeste).

Afortunadamente, los grandes avances científicos desmintieron esas teorías racistas pero nuestros colonizadores la importaron para combinarla con el “miedo negro” producto de la independencia de Saint-Domingue (hoy Haití) y el miedo de las clases dominantes europeas. Esas prácticas aún son palpables en la cultura Latinoamericana y entre algunos latinos que residen en norte américa, donde también el racismo azota su población, aunque de una forma diferente, la cual expondremos en otra entrega.

¡Tengo buenas noticias! Si la humanidad fue creada a imagen y semejanza de Dios; entonces existe solo una raza, la humana. El misticismo y modernización de los seres humanos según sus características físicas, es solo un mito envuelto en falsedad. El racismo es motivado por el hombre para oprimir a los grupos que fueron etiquetados falsamente “inferiores” para justificar la “superioridad” de otros. Sin embargo, las consecuencias de ese comportamiento insensato, que algunos han tomado muy en serio, se multiplica y lastima a todos.

Nos queda claro, que el racismo solo es la excusa que usamos en ciertos momentos, a nuestra conveniencia, para mostrar superioridad frente a un débil adversario.
¡Despierta tu conciencia!