Abusos policiales en mi país, hasta cuándo

Por Franklin Diaz
cpuederd@gmail.com
Callar ante un abuso cometido es tan grave como perpetuar la injusticia, pero si ese abuso es cometido por policías, es aún más crucial denunciarlo y buscar la rendición de cuentas y que sean sancionados de manera ejemplar, todos aquellos que cometen abusos en nombre de la ley.
El silencio frente a la violencia, el acoso, la discriminación o cualquier tipo de abuso puede ser interpretado como una forma de complicidad o indiferencia hacia el sufrimiento de las personas afectadas. Sin embargo, cuando este abuso es cometido por quienes tienen la responsabilidad de proteger y servir a la comunidad, como los policías y fiscales, la gravedad de la situación se vuelve aún más apremiante.
En términos personales, fui víctima de un abuso y un atropello injustificables en el destacamento policial "Felicidad" del sector Los Mina, Santo Domingo Este (20/08/2023). Lo más preocupante es que estos abusos fueron respaldados por una fiscal, quien se limitó a validar las acciones de los supuestos agentes del orden.

El abuso de poder socava la confianza en las instituciones encargadas de velar por la justicia y la seguridad. La experiencia personal que viví resalta la importancia no solo de una verdadera rendición de cuentas, sino que, desde el Estado Dominicano en su conjunto, se debe propiciar, no una reforma policial de las que nos hablan todos los gobiernos, sino limpiar de arriba hacia abajo ese cuerpo policial, donde la mayoría de sus miembros se creen caciques y actúan con un nivel de impunidad tal, que parece que existe un gobierno policial paralelo, pero olvidan que en esta vida ningún cargo es eterno, todos los poderes y aquellos que se creen dioses, pasan y les llega el momento en que se encuentran de frente con esa sociedad a la que pisotearon.

Hago público esto porque, como expresaba al principio, el silencio ante los abusos policiales en mi país no solo permite que los responsables evadan la rendición de cuentas, sino que también perpetúa un sistema que permite la impunidad y la falta de responsabilidad. Cuando las personas no denuncian o se mantienen en silencio frente a abusos cometidos por la policía, se está enviando el mensaje de que estos actos son tolerados y aceptados. Esto puede llevar a que los policías se sientan impunes y continúen cometiendo abusos, creando un ciclo destructivo que socava los principios fundamentales de la justicia y la equidad.

Es probable que este texto quede en el vacío, y lo digo porque la sociedad dominicana está llena de autoridades sordas que, de alguna manera, se benefician del caos. Sin embargo, como tengo hijos y me preocupa el tipo de sociedad que les estamos legando, espero que alguien con algún nivel de poder y cierta sensibilidad humana ponga el ojo en nuestros policías, cuyo accionar representa una problemática real en la que agentes abusan de su autoridad, a menudo con impunidad, causando sufrimiento y violaciones de derechos. Este abuso es un símbolo de injusticia social al que todos aquí estamos expuestos, por lo que ignorarlo puede ser costoso para nuestra sociedad y su futuro.

*Franklin Díaz es coach y conferencista motivacional dominicano.