juanamo93@yahoo.com
En Estados Enidos el 25 de marzo de cada año se elige esta fecha para concientizar a la sociedad estadounidense sobre la parálisis cerebral. Todavía hoy en día existe mucha desinformación sobre esta condición que afecta a millones de personas alrededor del mundo, desde recién nacidos hasta adultos mayores.
En el pasado se solía pensar que la parálisis cerebral era ocasionada por la inapropiada atención médica hacia la madre y la criatura era la causa principal. Sin embargo, con los años se comprobó que existen diferentes causas que contribuyen a que un niño desarrolle parálisis cerebral.
Entre las causas más comunes están: infecciones durante el embarazo como la rubeola, citomegalovirus. Esta se categoriza como una infección viral usualmente leve. Y por último la toxoplasmosis, una infección parasitaria generalmente leve.
Basada en mi propia experiencia, con discapacidad física, siento que es mi deber escribir sobre el tema. Al poner mi granito de arena, trato de crear conciencia en nuestra comunidad y el trato hacia nosotros las personas con discapacidades.
Según los médicos durante el parto mi madre no recibió atención a tiempo, por lo que mi cerebro no recibió suficiente oxígeno, lo cual me produjo la parálisis cerebral.
Pero no todas las personas son afectadas de manera igual. La parálisis afecta mi capacidad motriz y articular del lenguaje, es decir, la capacidad de realizar movimientos del cuerpo y de hablar sin dificultad. De ahí que yo presente dificultad al caminar y mi manera de hablar.
Y les confieso, he sido bendecida enormemente por Dios, porque mi familia, especialmente mis padres, siempre me han querido y aceptado tal como soy.
Actualmente resido en Nueva Jersey (EE. UU.). Cuando era niña y vivía en Bani, República Dominicana en los años 80. Una vez que salía a la calle no me sentía aceptada por la sociedad; algunas personas al verme caminar cuestionaban a mis padres sobre lo que me había sucedido. Al explicarles que había sido por tardanza durante el parto, mostraban sentimientos de pena por mí, y me molestaba bastante. Igual sucedía cuando otros niños me hacían burlas, y me dolía mucho más. Solo callaba para no hacer sentir mal a mis padres, con la falta de recursos que me impedía asistir a la escuela era suficiente para las angustias que ellos ya sentían.
Por más de veinte años me mantuve callada, hasta que un día decidí revelarlo todo al escribir mis memorias y publicarlo en el libro “I Made It” (Lo Hice).
Un estudio realizado en 2003 en la Universidad de California en San Francisco encontró que los bebés a término tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar parálisis cerebral si estaban expuestos a corioamnionitis en el útero. Infecciones del aparato reproductor/urinario también pueden aumentar el riesgo de parto prematuro, otro factor de riesgo para la parálisis cerebral.
Otra causa es oxígeno insuficiente alcanzando el feto. Cuando la placenta no funciona correctamente o se desgarra de la pared del útero antes del parto; el feto no puede recibir suficiente oxígeno. También los bebes prematuros pueden desarrollar parálisis cerebral, como se puede observar, las causas varían al igual que la severidad o indulgencia.
En el pasado se solía pensar que la parálisis cerebral era ocasionada por la inapropiada atención médica hacia la madre y la criatura era la causa principal. Sin embargo, con los años se comprobó que existen diferentes causas que contribuyen a que un niño desarrolle parálisis cerebral.
Basada en mi propia experiencia, con discapacidad física, siento que es mi deber escribir sobre el tema. Al poner mi granito de arena, trato de crear conciencia en nuestra comunidad y el trato hacia nosotros las personas con discapacidades.
Según los médicos durante el parto mi madre no recibió atención a tiempo, por lo que mi cerebro no recibió suficiente oxígeno, lo cual me produjo la parálisis cerebral.
Pero no todas las personas son afectadas de manera igual. La parálisis afecta mi capacidad motriz y articular del lenguaje, es decir, la capacidad de realizar movimientos del cuerpo y de hablar sin dificultad. De ahí que yo presente dificultad al caminar y mi manera de hablar.
Y les confieso, he sido bendecida enormemente por Dios, porque mi familia, especialmente mis padres, siempre me han querido y aceptado tal como soy.
Actualmente resido en Nueva Jersey (EE. UU.). Cuando era niña y vivía en Bani, República Dominicana en los años 80. Una vez que salía a la calle no me sentía aceptada por la sociedad; algunas personas al verme caminar cuestionaban a mis padres sobre lo que me había sucedido. Al explicarles que había sido por tardanza durante el parto, mostraban sentimientos de pena por mí, y me molestaba bastante. Igual sucedía cuando otros niños me hacían burlas, y me dolía mucho más. Solo callaba para no hacer sentir mal a mis padres, con la falta de recursos que me impedía asistir a la escuela era suficiente para las angustias que ellos ya sentían.
Por más de veinte años me mantuve callada, hasta que un día decidí revelarlo todo al escribir mis memorias y publicarlo en el libro “I Made It” (Lo Hice).
Un estudio realizado en 2003 en la Universidad de California en San Francisco encontró que los bebés a término tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar parálisis cerebral si estaban expuestos a corioamnionitis en el útero. Infecciones del aparato reproductor/urinario también pueden aumentar el riesgo de parto prematuro, otro factor de riesgo para la parálisis cerebral.
Otra causa es oxígeno insuficiente alcanzando el feto. Cuando la placenta no funciona correctamente o se desgarra de la pared del útero antes del parto; el feto no puede recibir suficiente oxígeno. También los bebes prematuros pueden desarrollar parálisis cerebral, como se puede observar, las causas varían al igual que la severidad o indulgencia.
*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".
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