Aunque me limito a creerlo, tambien entiendo que la desunión ha jugado un papel preponderante en el poco poder político que poseemos en este condado, limitándonos a tener dos alcaldes de origen dominicanos en la pequeña ciudad de Passaic, y algunos concejales en diferentes pueblos de esta demarcación, compuesta por 16 pueblos.
Lo cierto es, que no hay que ser un científico de Harvard para conocer la enorme cantidad de dominicanos con derecho al voto que reside en este condado, siendo donde está concentrada la mayor población de criollos del estado de Nueva Jersey.
Sin temor a equivocarnos, si participáramos activamente en los procesos electorales que se desarrollan aquí, estuviéramos sentados en la mesa de negociación cuando se toman las decisiones en los principales pueblos del condado de Passaic.
En las ciudades de Paterson y Passaic es donde están concentrados los dominicanos aquí, y en la primera actualmente solo contamos con un concejal de nuestra raza, mientras que, en la segunda, el actual alcalde y una concejal son de origen quisqueyano.
Pero en las posiciones electivas del condado no tenemos ni barrenderos, lo que significa que el trabajo desarrollado por otroras lideres comunitarios como Félix Peña, Carlos Lugo, Miguel Diaz, Elsa Mantilla, Julito Corazón, Miguel Durán, Eliseo Lico, etc., no tuvo la debida atención por las siguientes generaciones. Osea, sembraron en lo mojado.
Ahora bien, en qué han beneficiado los funcionarios electos que hemos tenido al empoderamiento de la comunidad dominicana de este condado? ¡Fume usted y deme el cabo!
En tiempo de elecciones, somos las ovejas mansas, codiciados por todos los candidatos. Hablan lindísimo sobre nosotros, y hasta conocen mucho de Juan Pablo Duarte y la Virgencita de la Altagracia.
¿Pero usted se ha preguntado el por qué no salen a votar el día de elección? Yo creo que los funcionarios son los responsables. Todo es demagogia, promesas y mentiras, que ni te conocen el día después del resultado electoral. Dicen que no tienen una razón que los motive a salir a votar, y tienen razón.
En mis 24 años en este condado, no recuerdo algún encuentro de planificación o empoderamiento que hayan organizado los funcionarios electos, de origen dominicanos, para fortalecer un liderazgo real criollo.
Aunque uno coge su pique cuando le hablan de los mal llamados “lideres”, no me cansaré de esperar a que aparezcan funcionarios que representen verdaderamente a quienes lo eligen, y que cubran su orgullo revestido con la humildad. Porque, la medida de todo hombre es, lo que hace con el poder.
Cuando le pregunté a mi vecino José que si pensaba votar este 14 de mayo, me dijo: "No, todos son iguales".
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