Cuidado con la autoestima

Por Juana Ortiz
juanamo93@yahoo.com
Nuestra autoestima es como una calle de doble vía, en la cual el conductor nos conduce para poder desarrollar nuestro potencial o puede llevarnos a una calle sin salida. Pero, desde el punto de vista psicológico, la “autoestima” es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida.
Basado en todas esas vivencias buenas y malas nuestra autoestima se va formando. Es una evolución constante del desarrollo humano, cada etapa de nuestras vidas: infancia, adolescencia, adultez y vejez aporta mayor sentido a nuestra existencia.
Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o pensar que nos atribuimos, conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen”.

Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos guste o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y logros en la vida.

Así, las personas que se sienten bien consigo mismas, con una buena autoestima, pueden enfrentarse y resolver los retos y responsabilidades que la vida plantea.
La baja autoestima es el lado opuesto. Porque nos limita a experimentar experiencias nuevas. Condiciona nuestra responsabilidad. Nos hace menos sociables. Por último, dificulta nuestras relaciones de pareja.

La buena noticia es que la autoestima puede cambiarse o mejorarse, y varias cosas podemos hacer para mejorarla, como pensar positivo, no generalizar a partir de experiencias negativas, centrarnos en nuestras buenas características, ser conscientes de nuestros logros, no compararse obsesivamente (porque todos somos diferentes), confiar en nosotros mismos y aceptarnos como somos, y, finalmente, esforzarnos para mejorar, intentando superarnos en aquellos aspectos en los que no estamos satisfechos.

*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".