La era digital también nos quitó el contacto con la naturaleza

Por Juana Ortiz

La era digital ha transformado nuestras vidas en una manera que jamás habíamos imaginado 25 o 30 años atrás. Basta con descargar la aplicación de tu supermercado, tienda, restaurante o farmacia, agarrar la tarjeta y hacer tu pedido en línea.
Todo eso es de gran ayuda para la sociedad en que vivimos, donde todo lo queremos a un abrir y cerrar de un ojo.
Estamos viviendo una era donde las horas se han convertido en un reto que debemos de lograr para ganar más tiempo. Con el objetivo principal para cumplir con nuestras responsabilidades del diario vivir. Pero la era digital al facilitarnos la vida, también nos está perjudicando en nuestra salud física y bienestar. Porque ya no estamos en contacto con la naturaleza como lo hacíamos antes.

Actualmente pasamos más tiempo con los dispositivos electrónicos en las manos o frente al escritorio, o en la computadora trabajando. Y se nos olvida que el verano nos invita gratuitamente a disfrutar del paisaje natural. Respirar el aire fresco al visitar los parques, las playas, caminar alrededor de la cuadra, practicar un deporte, sembrar plantas si tienes la posibilidad de hacerlo, o simplemente sentarte afuera a observar la naturaleza.
Una publicación del World Wild Life nos recuerda la importancia de estar al aire libre. Nuestras conexiones individuales con la naturaleza pueden ser tan variadas como la naturaleza misma. La naturaleza realmente tiene algo para todos, independientemente que prefieras observar los ecosistemas más microscópicos, como las hormigas trabajando arduamente en un tronco cubierto de musgo, o sentir cuán pequeños somos en relación con las gigantescas cadenas montañosas.
La infinita promesa de la naturaleza nos permite encontrar algo diferente cada vez que estamos en su presencia.
Más allá del simbolismo poético de la naturaleza o del efecto catalizador sobre la creatividad, pasar tiempo en la naturaleza puede tener un efecto real y duradero en nuestra salud y bienestar. De hecho, cada vez hay más evidencia científica que apunta al efecto positivo de la naturaleza en nuestra salud.

Una revisión realizada en 2019 de una investigación de la Universidad de Washington reveló que el contacto con la naturaleza está asociado con un mayor bienestar y felicidad. Específicamente, los estudios vinculan la exposición a la naturaleza con un sentido de significado y propósito, una mejor capacidad de gestión de las tareas de la vida y una disminución en angustia mental.

*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".