El reto de Abinader en cuatro años más

Por Roberto Diaz, MAS                                    Saber no pesa
robertodiaz335@gmail.com

Este 16 de agosto el presidente dominicano, Luis Abinader Corona, tomará juramento para un segundo mandato de cuatro años, tras ser reelecto en los comicios de mayo pasado.

Pero el acto de su juramentación ha provocado algunas contradicciones entre los dominicanos, tanto en el país como entre los que estamos en la diáspora. La controversia surgió a partir del anuncio de que la ceremonia no será en el Congreso Nacional, como es la tradición, sino que se hará en el lujoso Teatro Nacional.
Los partidarios entienden que no hay restricciones legales, aparte de que el Teatro les da más espacio para acoger a los dignatarios y sus acompañantes presentes. Mientras, los que se oponen alegan que, aunque la decisión no viola la constitución, la misma no se corresponde con la tradición protocolar, y es parte de una estrategia populista con un marcado fin propagandístico.
Lo cierto es, que sea en el Congreso o en el Teatro, la nueva juramentación del Presidente Abinader marcará el inicio de una gran oportunidad para cumplir sus expectativas y desafíos. Recordemos que en los pasados cuatro años su gobierno disfrutó de una prolongada luna de miel que consiguió con la parte final de la pandemia del Covid-19, y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Esta vez, las cosas pudieran ser diferentes si observamos algunos problemas que merecen pronta atención:
Inseguridad Ciudadana. Aunque el gobierno da cifras positivas con respecto a los niveles de inseguridad, la población en general percibe todo lo contrario.
Inmigración ilegal. Debido a la grave situación de los vecinos haitianos, la entrada ilegal en masa por la frontera es altamente preocupante. Solo en el año 2023, se atendieron 26,000 parturientas haitianas en nuestros hospitales. En este año, 175 mil niños haitianos se han registrado en las escuelas, creando una crisis de aulas más caótica.
Inflación galopante. La canasta familiar más baja ronda alrededor de 27 mil pesos, mientras el salario mínimo fluctúa entre los 15 y 18 mil pesos al mes.
Tránsito. Este se ha convertido en uno de los peores dolores de cabeza de la ciudadanía que a diario se transporta de un lugar u otro, teniendo que soportar grandes tapones que generan una gran frustración, con altos niveles de agresividad.
Educación. Uno de los puntos débiles de este y todos los gobiernos anteriores ha sido el fracaso de la educación pública, que nos coloca en el último lugar en los índices educativos de la región. Miles de millones de dólares se han destinado para el sector, pero los resultados hasta ahora son alarmantes. Añádale a este rosario, la realidad que 700 mil jóvenes ni estudian ni trabajan.
Medio ambiente. El nuevo cuatrienio del Presidente Abinader tendrá que enfrentar el gran problema de la contratación de manos dominicanas y haitianas que están depredando nuestros bosques, y otros secando los ríos con la extracción indiscriminada de materiales de construcción.
Podríamos seguir enumerando otros grandes problemas que es necesario afrontar, pero por razones de tiempo y espacio lo dejaremos hasta aquí. En otra entrega analizaremos los desafíos del gobierno con respecto a la diáspora, y sus expectativas de cara al siglo 21.
Mientras tanto, esperemos la juramentación del 16 de Agosto, y si usted es de los agraciados con uno de los nombramientos del presidente, felicidades y prepare su flu.

*El autor es graduado en Administración y Psicología, tiene un diplomado en relaciones internacionales y es catedrático universitario.