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En los Estados Unidos la temporada de gripe ocurre entre los meses de octubre y mayo de cada año. Siendo los meses de diciembre, enero y febrero la temporada más alta.
Debido a las bajas temperaturas las personas pasan más tiempo bajo techo, sin abrir las ventanas para que circule el aire y salgan los gérmenes acumulados en el interior, lo que provoca que todos los años durante esa época muchas personas sean hospitalizadas por la influenza.
La influenza es una enfermedad respiratoria viral que puede causar fiebre, escalofríos, secreción nasal, dolor de cuerpo y tos. Los síntomas pueden ser leves, pero si no se trata a tiempo puede desarrollarse en una enfermedad grave. Por esos motivos los profesionales de la salud recomiendan quedase en la casa si tienen gripe.
Lo cierto es, que mantenerse en la casa y dejar de ir a trabajar es un privilegio que muy pocos se pueden dar, puesto que muchos desarrollan trabajos esenciales y se les hace difícil dejar de asistir a su labor. Además, eso significara menos ingresos familiares.
Poner en riesgo la salud por las condiciones del tiempo, casi siempre se refleja en el seno familiar, por lo que amerita de un cuidado especial en estos días tan fríos como los que enfrentamos actualmente. Además, la fuerza laboral local también se ve afectada en ese periodo de tiempo, ya que muchos son los que se quedan en la casa, afectados por la influenza.
Por lo tanto, siempre y cuando se pueda, debemos valorar el trabajo que realizamos con sacrificio y entrega, sin poner en riesgo el bienestar.
*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".
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