En el Día Mundial del Síndrome de Down, practiquemos el amor y la empatía

JUANA ORTIZ
juanamo93@yahoo.com
Las personas con el síndrome de Down son seres humanos que tocan las vidas de quienes los rodean. Con su inocencia, ternura, alegría contagiosa y el amor por la música. Son algunas de las características peculiares.
Pero muchas veces ellos sufren rechazo porque son excluidos de diferentes sectores de la sociedad, siendo en ocasiones objecto de burla y maltrato por la misma familia; porque muchas veces no aceptan a un hijo con esta condición especial.
El síndrome de Down es una condición genética, la cual se manifiesta al individuo nacer con un cromosoma adicional, requiriendo de atenciones médicas especializada, por las complicaciones de desarrollo que suelen tener desde la infancia. Entre ellos cardiacos, de la vista, audición, dificultad para hablar, caminar y de aprendizaje.
El grado de severidad puede ser desde un nivel leve a severo.
El apoyo emocional, amor y cuidado de la familia es muy importante para las personas con el síndrome de Down puedan tener calidad de vida. Mucho de ellos han hecho contribuciones significativas a nuestra sociedad con su talento, emprendimiento a nivel empresarial, deportivo, educativo y de la actuación.
En el Día Mundial del Síndrome de Down, este escrito lo dedico a la memoria de mi primo Wilfry Nieve. Fue un ángel enviado por nuestro Creador. A la corta edad de tres años fue llamado para formar parte del mundo angelical y durante el corto tiempo que pudimos disfrutar de su presencia, nos robó el corazón, con su sonrisa y ternura.
Practiquemos el amor y la empatía con nuestros semejantes.

*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".