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A menudo acudimos al médico por dolencias físicas evidentes como dolores o náuseas. Sin embargo, nos resulta difícil expresar nuestro estado emocional: la tristeza, ansiedad o depresión. Esto se debe a una creencia errónea de que solo las enfermedades que se pueden ver son las válidas.
Pero la depresión, una condición a menudo invisible, es tan real como cualquier otra dolencia física y puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad, cultura o el nivel social.
Los expertos en salud mental señalan que existen múltiples factores que pueden contribuir para que en alguna etapa de la vida, las personas pasen por períodos depresivos. Mencionan entre las causas emigrar a otro país o el cambio de estación.
En la temporada de otoño y el invierno la tasa de padecer depresión es más alta. Porque las noches son más largas y los días más cortos. Las personas están en menos contacto con la naturaleza.
Está científicamente comprobado que los días nublados, lluviosos, fríos y de nieve provocan que el estado de ánimo en la persona se vea afectado, reflejándose en su modo de vida; durmiendo más de lo habitual o menos de lo acostumbrado.
La pérdida de un ser querido, presenciar un evento traumático, cambios hormonales, o desbalance químico en los neurotransmisores, puede provocar depresión. Existen otras causas, pero estas son las más mencionadas.
*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".

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