El forense y
director de la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes, Francisco
Etxebarria, confirmó el martes que "es posible considerar que entre los
fragmentos" encontrados en la cripta de la iglesia madrileña de las
Trinitarias "se encuentran algunos" pertenecientes al escritor, sin
"discrepancias".

Según
explicaron los investigadores, en la búsqueda aparecieron restos muy
descompuestos asociados al escritor del Quijote, a su esposa y a las primeras personas
enterradas en la iglesia primitiva, que estaba ubicada en un punto distinto al
actual.
Esos restos
fueron inhumados entre 1612 y 1630 de la iglesia primitiva de las Trinitarias,
ubicada al contrario de lo que se pensaba hasta ahora en un lugar distinto al
actual, y que fueron trasladados juntos a la cripta entre 1698 y 1730, en el
momento en que estaban terminando las obras de construcción del convento.
Según la
antropóloga Almudena García Cid, concretamente hay restos de un mínimo de cinco
niños y un mínimo de diez adultos (de ellos cuatro masculinos, dos femeninos,
dos indeterminados y dos probablemente masculinos), lo que se corresponde con
los 17 enterramientos documentados en la iglesia inicial.
No se han practicado pruebas de ADN porque, según informó
el forense Francisco Etxeberria, solamente podría contrastarse con el de una
hermana del padre de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha",
cuyos restos están en un osario común de un convento de Alcalá de Henares, a
las afueras de Madrid.
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