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| Foto: Antonio Beltres |
HOWTHORNE, NJ.- Nos satisface sobremanera la presencia de una comisión parlamentaria de la República Dominicana que vino esta semana a escuchar las necesidades y peripecias de la comunidad dominicana en Nueva Jersey, de la que muchos aspiramos llegue a oídos del presidente de la república, y seamos considerados en la firma del Convenio de Cielos Abiertos con Estados Unidos que se firmará próximamente.
En una vista pública muchos dominicanos les expresaron a los diputados que los representan en el Congreso (encabezado por su presidente Alfredo Pacheco), que no aguantan más los atropellos a que son sometidos en los aeropuertos, las oficinas gubernamentales de allá, los asedios de la delincuencia en su país y los altos costos de los documentos consulares y los pasajes aéreos, así como la revisión de la Ley 168 que beneficia a los criollos en el exterior.
El consuelo de muchos fue, que los parlamentarios estuvieron tomando notas de esas necesidades, pero como dice el refrán “punta de lápiz no mata a nadie”, ojalá y no sea un allante político más de los que nos tienen acostumbrados.
Ese vistoso encuentro, efectuado en el Salón Macaluso’s de Howthorne, en presencia de los cónsules dominicano en Nueva Jersey, Ángel Pichardo, y Eligio Jáquez, de Nueva York, también contó con dignatarios locales y del condado como la Senadora Estatal Nellie Pou, el Sheriff Richard Berdnik, los alcaldes Héctor C. Lora y Andre Sayegh, de Passaic y Paterson, respectivamente, el presidente del Partido Demócrata, John Currie, el jefe de bomberos de Paterson, Brian McDermott, Comisionado Pat Lepore, Concejal Alex Méndez y el subsecretario del condado, Ramón Pagán, los que se convirtieron en testigos del común comportamiento entre algunos políticos dominicanos.
Se trató de un momento muy desagradable que manchó la actividad, luego de la intervención del presidente de la Comisión de Dominicanos en el Exterior en la Cámara, el diputado de ultramar Norberto Rodríguez, que representa el partido PRM, quien al presentar una comisión de su organización encontró completo rechazo de los demás perremeístas presentes, alegando que no eran legítimos miembros de la organización.
El encuentro se desarrollaba con normalidad y orden hasta ese momento, cuando se interrumpió abruptamente ante la mirada atónita de los funcionarios y público presentes, por las palabras descompuestas que vociferaban algunos miembros del partido de gobierno, que aún no han sido tomados en cuenta para alguna función.
La discusión llegó a tal punto, que se escuchó decir al presidente de los diputados (Pacheco) dirigiéndose al Cónsul Jáquez: “Eligio, como en los viejos tiempos”, para luego retomar el control del orden y continuar con el desarrollo.
Actuaciones como esas, nos hacen quedar muy mal parados a los dominicanos de aquí, quienes hemos tratado con dificultad de ganarnos el respeto y aceptación de los políticos y autoridades que toman las decisiones en esta gran nación.
Los protagonistas de un acto tan bochornoso como ese, que sucedió frente a las narices de altos funcionarios que empezábamos a ganarnos su confianza, deben ser llamados a capítulo, porque después de esa reunión, de seguro nos mirarán con escepticismo, porque no pudimos mantener la solemnidad de tan importante encuentro, donde la Cámara de Diputados deseaba conocer las necesidades de los dominicanos de New Jersey.
Pienso que apremia la necesidad de un momento de reflexión, donde los organizadores expresan excusas a los dignatarios presentes y al grupo de dominicanos decentes sin bandería política que allí estaban, que merecen respeto; si no, seguirán confundiendo a los mansos con los cimarrones.
En una vista pública muchos dominicanos les expresaron a los diputados que los representan en el Congreso (encabezado por su presidente Alfredo Pacheco), que no aguantan más los atropellos a que son sometidos en los aeropuertos, las oficinas gubernamentales de allá, los asedios de la delincuencia en su país y los altos costos de los documentos consulares y los pasajes aéreos, así como la revisión de la Ley 168 que beneficia a los criollos en el exterior.
El consuelo de muchos fue, que los parlamentarios estuvieron tomando notas de esas necesidades, pero como dice el refrán “punta de lápiz no mata a nadie”, ojalá y no sea un allante político más de los que nos tienen acostumbrados.
Ese vistoso encuentro, efectuado en el Salón Macaluso’s de Howthorne, en presencia de los cónsules dominicano en Nueva Jersey, Ángel Pichardo, y Eligio Jáquez, de Nueva York, también contó con dignatarios locales y del condado como la Senadora Estatal Nellie Pou, el Sheriff Richard Berdnik, los alcaldes Héctor C. Lora y Andre Sayegh, de Passaic y Paterson, respectivamente, el presidente del Partido Demócrata, John Currie, el jefe de bomberos de Paterson, Brian McDermott, Comisionado Pat Lepore, Concejal Alex Méndez y el subsecretario del condado, Ramón Pagán, los que se convirtieron en testigos del común comportamiento entre algunos políticos dominicanos.
Se trató de un momento muy desagradable que manchó la actividad, luego de la intervención del presidente de la Comisión de Dominicanos en el Exterior en la Cámara, el diputado de ultramar Norberto Rodríguez, que representa el partido PRM, quien al presentar una comisión de su organización encontró completo rechazo de los demás perremeístas presentes, alegando que no eran legítimos miembros de la organización.
El encuentro se desarrollaba con normalidad y orden hasta ese momento, cuando se interrumpió abruptamente ante la mirada atónita de los funcionarios y público presentes, por las palabras descompuestas que vociferaban algunos miembros del partido de gobierno, que aún no han sido tomados en cuenta para alguna función.
La discusión llegó a tal punto, que se escuchó decir al presidente de los diputados (Pacheco) dirigiéndose al Cónsul Jáquez: “Eligio, como en los viejos tiempos”, para luego retomar el control del orden y continuar con el desarrollo.
Actuaciones como esas, nos hacen quedar muy mal parados a los dominicanos de aquí, quienes hemos tratado con dificultad de ganarnos el respeto y aceptación de los políticos y autoridades que toman las decisiones en esta gran nación.
Los protagonistas de un acto tan bochornoso como ese, que sucedió frente a las narices de altos funcionarios que empezábamos a ganarnos su confianza, deben ser llamados a capítulo, porque después de esa reunión, de seguro nos mirarán con escepticismo, porque no pudimos mantener la solemnidad de tan importante encuentro, donde la Cámara de Diputados deseaba conocer las necesidades de los dominicanos de New Jersey.
Pienso que apremia la necesidad de un momento de reflexión, donde los organizadores expresan excusas a los dignatarios presentes y al grupo de dominicanos decentes sin bandería política que allí estaban, que merecen respeto; si no, seguirán confundiendo a los mansos con los cimarrones.
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