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Todos de alguna forma hemos tomado decisiones, que en su momento no nos damos cuenta de sus implicaciones, pero más aún, al percatarnos de que no hemos dado los pasos correctos, nuestros mecanismos de defensa se activan y solemos utilizar determinados recursos emocionales para evitar que nos invadan los sentimientos de culpa.
De este modo, esquivar cualquier conversación relacionada con esa temática o simplemente hacernos los sordos; son dos de los recursos que más solemos utilizar, sin darnos cuenta que con esta actitud lo que hacemos es empeorar la situación.
Cuando alguien llega a ese nivel, prestarle ayuda puede ser un desafío, pero si estamos frente a una persona a quien le tenemos afecto y nos importa su rumbo, es aconsejable adoptar algunas estrategias para intentar ayudarle, de manera que, considerando algunos consejos de expertos en conducta humana, aquí hay algunas sugerencias que podrían ser útiles:
En primer lugar, es aconsejable ser comprensivo y empático, esto es, en lugar de juzgar o criticar, hay que tratar de comprender su situación y emociones. Al mostrar empatía pudiéramos lograr que la persona se sienta más receptiva a escuchar nuestros puntos de vista.
Se aconseja establecer una comunicación abierta. Se trata de buscar un momento tranquilo para hablar con la persona en un ambiente relajado, evitando confrontaciones y utilizando un tono amable y respetuoso.
Es necesario expresarle nuestras preocupaciones de manera clara y honesta, enfocándonos en los hechos y las consecuencias de las decisiones tomadas. Aquí es importante evitar el lenguaje acusador o condescendiente.
Debemos ofrecerle soluciones y alternativas, en lugar de simplemente señalar los errores, sugiere soluciones o alternativas viables para resolver los problemas. Esto puede ayudar a que la persona se sienta más apoyada y alentada.
Es necesario respetar su autonomía, es decir, aunque es importante ofrecer apoyo y consejo, recuerda que cada persona tiene derecho a tomar sus propias decisiones, incluso si no estás de acuerdo con ellas. Respeta su autonomía, pero también déjale claro que estás allí para ayudar si lo necesita.
Ofrecerle nuestro apoyo emocional es un elemento clave, puesto que muchas veces, las decisiones poco inteligentes pueden deberse a problemas emocionales o de autoestima. Debemos brindarle nuestro apoyo emocional y alentarlo a buscar ayuda profesional si es necesario.
Puede llegar un momento en que la persona ignore consejos o sencillamente nos arrastre a sus problemas, por eso es importante que ante esta realidad, establezcamos límites, para proteger nuestra propia salud emocional y mental.
Es importante ser paciente, puesto que cambiar patrones de comportamiento y tomar decisiones más inteligentes lleva tiempo. Debemos ser pacientes y seguir ofreciendo nuestro apoyo mientras la persona atraviesa este proceso.
A pesar de tus mejores esfuerzos, no siempre podremos cambiar las decisiones de alguien o hacer que nos escuche. Al final del día, cada persona es responsable de sus acciones y debe aprender de sus propias experiencias.
*Franklin Díaz es coach y conferencista motivacional dominicano.
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