juanamo93@yahoo.com
En algunos países celebran el primero o dos de noviembre de cada año como el "día de los muertos".
En algunos países celebran el primero o dos de noviembre de cada año como el "día de los muertos".
Cuando perdemos a un ser querido nos cuesta mucho acostumbrarnos a la idea de que jamás volveremos a ver y compartir con esa persona.
Culturalmente, en algunos países latinoamericanos ven la muerte como una tragedia, especialmente por la persona fallecida. Claro esto también tiene mucho que ver con las circunstancias en que haya fallecido.
Adatarnos a la pérdida de un ser querido puede resultar en una situación muy difícil de lidiar. Sin embargo, para algunas culturas y denominaciones religiosas la muerte es simplemente una transformación al mundo espiritual, a lo que no se ve.
Ese vínculo que seguimos teniendo con seres queridos que ya no están en esta vida y que sus recuerdos permanecen latentes en nosotros, aunque ya no estén físicamente con nosotros.
Al morir la persona, el cuerpo experimenta una transformación y se deteriora una vez que los órganos vitales dejan de funcionar. El alma sale del cuerpo. Entonces ahí se lleva a cabo la transformación de lo visible a lo invisible. De lo físico a lo espiritual. Es una especie de Metamorfosis.
Mantener vivo los recuerdos de nuestros seres querido nos ayuda a sentimos cerca de ellos, y a soportar más el vacío, alivianando así el sufrimiento. Por lo tanto, muchos prefieren practicar algún ritual que les ayuda a conservar los recuerdos y agradecer a Dios por haberlo tenido en sus vidas.
Culturalmente, en algunos países latinoamericanos ven la muerte como una tragedia, especialmente por la persona fallecida. Claro esto también tiene mucho que ver con las circunstancias en que haya fallecido.
Adatarnos a la pérdida de un ser querido puede resultar en una situación muy difícil de lidiar. Sin embargo, para algunas culturas y denominaciones religiosas la muerte es simplemente una transformación al mundo espiritual, a lo que no se ve.
Ese vínculo que seguimos teniendo con seres queridos que ya no están en esta vida y que sus recuerdos permanecen latentes en nosotros, aunque ya no estén físicamente con nosotros.
Al morir la persona, el cuerpo experimenta una transformación y se deteriora una vez que los órganos vitales dejan de funcionar. El alma sale del cuerpo. Entonces ahí se lleva a cabo la transformación de lo visible a lo invisible. De lo físico a lo espiritual. Es una especie de Metamorfosis.
Mantener vivo los recuerdos de nuestros seres querido nos ayuda a sentimos cerca de ellos, y a soportar más el vacío, alivianando así el sufrimiento. Por lo tanto, muchos prefieren practicar algún ritual que les ayuda a conservar los recuerdos y agradecer a Dios por haberlo tenido en sus vidas.
*La autora es periodista y escritora, publicó el libro "Lo hice".
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